En Tixtla, solo una alumna se gradúa en telesecundaria en Plan de Guerrero
Alberto Gómez
En un emotivo acto cargado de simbolismo y perseverancia, la Escuela Telesecundaria “Mi patria es primero”, ubicada en la comunidad de Plan de Guerrero, municipio de Tixtla, celebró la clausura del ciclo escolar 2022-2025 con una sola egresada: Yaquelín Simón Arrabales.
A pesar de ser la única alumna que culminó el tercer grado de nivel básico, la institución organizó una ceremonia completa en su honor, con vals, poesía y entrega de certificado. La joven eligió el nombre de su generación: “Profra. Isidra Simón Pascual”, en memoria de su tía fallecida en 2021 a causa de complicaciones derivadas del covid-19. También escogió a su padrino de generación, su tío político, el profesor de Ayotzinapa, Ismael Abraján de la Cruz.
La ceremonia se llevó a cabo este viernes en esa pequeña comunidad ubicada a un costado de la carretera Tixtla-Chilapa, a tan solo 10 minutos de la cabecera municipal. A pesar de la baja matrícula —13 estudiantes en total durante el ciclo—, el director del plantel, Metodio Comonfort Ventura, encabezó el acto como un reconocimiento al esfuerzo de Yaquelín.
“Es lo que produce la escuela, lo que cambiamos: una vida. Es la satisfacción de un maestro verla crecer y saber que también ella va a estar en el campo laboral. Es una alumna muy inteligente y tengo la certeza de que va a terminar una carrera”, expresó el docente durante su mensaje.
Por su parte, el padrino de generación señaló: “Yaquelín representa el esfuerzo, la resistencia, la valentía y la constancia. Cuando caminó por estos pasillos seguramente pensó en claudicar, pero al contrario, eso la fortaleció. La vida se trata de eso, de fortalecerse”.
En su emotivo discurso, la joven egresada manifestó su gratitud: “Hoy me toca hablar desde lo más profundo de mi corazón, porque aunque soy la única alumna que egresa este ciclo, no estoy sola. Estoy acompañada por el esfuerzo de muchas personas que me ayudaron a llegar hasta aquí. Gracias a mis maestras y maestros por dedicarme su tiempo y por nunca dejar de creer en mí”.
Yaquelín cursó los tres años de secundaria completamente sola en el aula, pero lejos de desanimarse, convirtió ese escenario en una oportunidad para absorber al máximo las enseñanzas de sus docentes.
La historia de esta joven se convierte en un ejemplo de tenacidad y esperanza en un contexto donde la deserción escolar, el rezago educativo y el abandono institucional siguen siendo grandes desafíos en muchas regiones rurales del país.