Comerciantes de la caseta de Palo Blanco siguen afectados tras desalojo; piden intervención del gobierno estatal
Alberto Gómez
A casi ocho meses del desalojo de sus locales, 40 familias de comerciantes que se encontraban establecidos en las inmediaciones de la caseta de cobro de la Autopista del Sol en Palo Blanco continúan sin poder trabajar, lo que ha mermado gravemente sus ingresos, especialmente en esta temporada vacacional.
En conferencia de prensa, los afectados denunciaron que desde diciembre del año pasado sus locales fueron demolidos por personal de Caminos y Puentes Federales (Capufe), con el argumento de que se construirían sanitarios en ese espacio, pero sin previo aviso ni indemnización.
Víctor Álvarez, vocero de los comerciantes, explicó que son alrededor de 14 negocios los que fueron destruidos, lo que ha dejado sin fuente de ingresos a unas 40 familias. “De nosotros dependen niños, personas de la tercera edad y jóvenes que estudian. Somos gente trabajadora que ahora no tiene cómo sostenerse”, expresó.
El grupo señaló que durante el operativo de desalojo no se les entregó ningún documento ni se les notificó oficialmente; sólo se les habló de una remodelación, pero no se les advirtió que sus locales serían destruidos.
Los comerciantes aseguran que en el desalojo perdieron entre 300 y 500 mil pesos en mercancía, equipo y mobiliario.
La señora María, con más de tres décadas vendiendo en el lugar, afirmó que tan solo esta temporada vacacional le representaba una pérdida de alrededor de 50 mil pesos. “Este era el momento de recuperarnos, pero no pudimos”, lamentó.
Algunos de los hombres dijeron que se han visto obligados a buscar trabajos temporales como ayudantes de albañil para poder llevar algo a casa, ya que eran los principales proveedores del hogar.
Los afectados exigieron al gobierno estatal que intervenga ante la federación para que se les otorgue un permiso y puedan regularizar sus actividades comerciales, ya que llevan meses sin apoyo ni respuesta por parte de las autoridades.
“Solo queremos trabajar, no pedimos limosna. Lo que pedimos es justicia y la oportunidad de volver a ganarnos la vida con dignidad”, concluyó Álvarez.