Sin hallazgos de restos humanos en primera jornada de búsqueda en La Montaña de Guerrero
Colectivo Luciérnaga y autoridades recorren Tlapa en busca de personas desaparecidas; continuarán labores este miércoles
Redacción
Sin resultados positivos concluyó la primera jornada de búsqueda de personas desaparecidas realizada este martes en la región de La Montaña de Guerrero, encabezada por el colectivo Luciérnaga: una luz en la oscuridad, conformado principalmente por mujeres indígenas na savi, me’pháá y nahuas, quienes recorrieron zonas de difícil acceso en la periferia de Tlapa de Comonfort.
Los trabajos de campo se concentraron en cerros y barrancas de la colonia Contlalco, donde se presume la posible existencia de fosas clandestinas. Con herramientas manuales como palas, picos y varillas, las familias realizaron excavaciones en diversos puntos sin lograr la localización de restos humanos.
No obstante, el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan informó sobre el hallazgo de indicios relevantes, entre ellos calzados, zonas con hundimientos de tierra, espacios utilizados para rituales y una bolsa negra con flores y un teléfono celular, los cuales podrían estar relacionados con casos de desaparición forzada.
El colectivo estuvo acompañado por elementos de la Policía Ministerial, Policía Estatal, Guardia Nacional, Ejército Mexicano, peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) y personal de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas (CEBP).
Durante la jornada se utilizó por primera vez en esta región un georadar, instrumento empleado para la detección de cuerpos bajo tierra. Sin embargo, no se obtuvieron resultados concluyentes debido a las dificultades que presenta la topografía accidentada de La Montaña, que impide lecturas precisas de esta tecnología.
Las labores de búsqueda se reanudarán este miércoles, con el apoyo de binomios caninos y tecnología especializada, con el objetivo de localizar nuevos indicios que permitan avanzar en la identificación del paradero de personas desaparecidas.
Después de dos años sin actividades en campo, el colectivo Luciérnaga ha retomado sus acciones en una de las regiones más golpeadas por la violencia, el desplazamiento forzado y la impunidad en Guerrero.