Ayotzinapa: padres arrancan jornada de lucha rumbo al 11 aniversario de la desaparición de los 43 normalistas
Llaman a los estudiantes a no usar la tragedia como trampolín político o para buscar cargos en el gobierno
Alberto Gómez
A 11 años de la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, padres y madres de los jóvenes, junto con integrantes de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) conformada por normalistas de distintas entidades del país, iniciaron este miércoles la jornada de lucha que concluirá el próximo 27 de septiembre, fecha en que se conmemora el ataque de Iguala en 2014.
En un encuentro sostenido con la FECSM, los padres llamaron a los actuales normalistas a mantener la dignidad de la lucha y no utilizar la tragedia como un trampolín político o para obtener beneficios personales.
El señalamiento fue directo hacia David Flores Maldonado, ex dirigente estudiantil del comité Ricardo Flores Magón, quien tras los hechos fue incorporado a un cargo en la Secretaría de Educación Pública (SEP).
“Repudio mirar que los líderes estudiantiles de ese tiempo se van con el gobierno; un secretario de la normal, en lugar de luchar por sus compañeros y de mantener una lucha firme hasta esclarecer el caso, aprovechan la desgracia para irse a tener un mejor puesto en los gobiernos”, expresó don Emiliano Navarrete, padre de José Ángel Navarrete González.
Los familiares lamentaron que, pese al cambio de gobierno, el caso sigue sin esclarecerse. Señalaron que la administración actual ha incumplido compromisos, pues no se ha dado con el paradero de los jóvenes ni se han procesado a todos los responsables materiales e intelectuales.
Los normalistas, por su parte, refrendaron su respaldo a los padres y madres de los 43, subrayando que la lucha no solo corresponde a Ayotzinapa, sino que abarca la exigencia de justicia para todas las víctimas de desaparición forzada en el país.
La jornada de lucha contempla mítines, bloqueos, y actividades culturales en Guerrero y en la Ciudad de México, con la finalidad de mantener viva la memoria y la exigencia de justicia a casi 11 años de los hechos ocurridos en Iguala.